Nuevos prototipos con baterías a base de grafeno y formas bioinspiradas nos acercan un paso más al coche del futuro.
Gordon Gekko, interpretado por Michael Douglas, recoge sus pertenencias antes de salir de prisión al comienzo de la secuela de Wall Street. Entre ellos se encuentra un teléfono celular del tamaño de una caja de zapatos que data de su ingreso en la década de 1980. Así, la tecnología que vemos en una película se ha convertido en una de las claves para datarla. Sin embargo, hay avances científicos y tecnológicos inspirados en las películas, y no al revés.
Uno de ellos se inspira en el mundo de Avatar para mostrarnos cómo será el coche del futuro. Y estas serían algunas de sus características:
- Eléctrico
- Sin volante
- Fabricado con materiales sostenibles.
- Alcance aumentado (más de quinientas millas)
- Interfaz de comunicación gestual
- Conectado a las ondas cerebrales del conductor
Un coche bioinspirado
Este es un modelo concebido junto con James Cameron para crear un diseño inspirado en el mundo de Pandora, el planeta de la película Avatar. Así, sus ruedas son similares a los dientes de león que se ven flotando en el aire en la obra de Cameron. Llamado Vision AVTR, este automóvil incorpora numerosas tecnologías que podrían correlacionarse con los automóviles de carretera del futuro.
Además de sus formas curvas, lo primero que llama la atención es la ausencia de volante. El conductor mueve una especie de joystick como el de una consola de videojuegos. Además de moverse hacia adelante o hacia atrás, también puede ofrecer un movimiento lateral como un cangrejo gracias al diseño de sus ruedas.
El coche carece de un volante convencional, que integra una llamativa pantalla en el salpicadero. El fabricante destaca que este coche futurista se puede conectar a la mente del usuario a través de electrodos. Después de la calibración, pueden controlar el centro de entretenimiento con la mente.
Su sistema de propulsión utiliza motores eléctricos y una batería a base de grafeno con un alcance teórico de quinientas millas. La batería transmite energía a los cuatro motores instalados en las respectivas ruedas. Esta batería está libre de minerales raros y es completamente compostable al final de su vida útil.
Este prototipo tiene como objetivo optimizar el consumo de energía. Para ello, también utiliza paneles solares integrados en la carrocería, concretamente en una serie de alas móviles que se asemejan a las escamas de un reptil. Aunque no conducen el vehículo, alimentan los sistemas de a bordo.
Sin embargo, nuevos prototipos están explorando esta vía como candidatos para el automóvil del futuro. Y su lanzamiento comercial parece inminente.
La fotovoltaica, una de las claves del coche eléctrico del futuro
Imagina utilizar un vehículo eléctrico durante un mes entero sin necesidad de recargarlo. Ese es el enfoque de Lightyear Motors, una empresa holandesa lista para redefinir el automóvil del futuro. Su planteamiento es mucho más pragmático que el anterior, ya que el primer vehículo de la marca llegará al mercado en 2022.
El Lightyear One incorpora varios conceptos innovadores para lograr una autonomía sin precedentes. Por un lado, contará con energía fotovoltaica gracias a los paneles integrados en la carrocería, con una superficie total de cinco metros cuadrados. La eficiencia de estos paneles permite añadir más de cuarenta y cinco kilómetros de autonomía diaria al vehículo sin acudir a un punto de recarga. En condiciones óptimas y suponiendo un uso urbano, el coche se utilizaría sin recargar durante semanas o incluso meses.
Para conseguirlo, además de los paneles solares, se ha reducido el peso total del vehículo gracias a un nuevo sistema de baterías de litio de células cilíndricas. También se ha buscado una aerodinámica óptima para reducir el consumo energético. Por último, incorpora tecnologías de frenado regenerativo.
Con un costo de $175,000, el primer modelo de Lightyear Motors no estará al alcance de todos. Sin embargo, sus desarrolladores están preparando un sucesor más asequible para aplicar todas las lecciones aprendidas en la producción del Lightyear One. ¿Será este el candidato a coche del futuro?