El mayor fabricante de automóviles, Toyota, apuesta por el futuro del transporte desarrollando nuevos motores de combustión interna (ICE) versátiles.

Estos motores, que se centran en cumplir estándares de emisiones más estrictos, pueden impulsar varios vehículos, desde híbridos hasta aquellos que funcionan con biocombustible.

Durante un evento para los medios celebrado el martes, Toyota y sus socios Subaru y Mazda Motor presentaron sus próximos motores de 1,5 y 2,0 litros. Estos motores presentan un volumen y una altura sustancialmente menores en comparación con sus homólogos actuales, lo que indica un gran avance en la ingeniería automotriz.

El enfoque del grupo Toyota es marcadamente diferente al de otros fabricantes de automóviles que planean la transición a vehículos totalmente eléctricos (VE).

Según un comunicado de Toyota, “con estos motores, cada una de las tres compañías buscará optimizar la integración con motores, baterías y otras unidades de propulsión eléctrica”.

Los motores compactos impulsan la descarbonización

Impulsadas por la búsqueda colectiva de la descarbonización, las tres empresas han hecho del carbono su principal adversario.

La próxima generación de motores desempeñará un papel crucial para lograr la neutralidad de carbono. Subaru, Toyota y Mazda tienen como objetivo mejorar el rendimiento de los motores y optimizar la integración con las unidades de propulsión eléctrica, aprovechando ambas fortalezas.

Según las empresas, estos motores altamente eficientes y potentes también serán más compactos, lo que permitirá capós más bajos, un diseño mejorado y una mejor aerodinámica, lo que en última instancia aumentará la eficiencia del combustible.

El desarrollo se centra en cumplir con las estrictas regulaciones de emisiones mientras se realiza la transición de los combustibles fósiles a alternativas neutrales en carbono, como los combustibles para automóviles, los biocombustibles y el hidrógeno líquido. Este cambio respaldará la adopción más amplia de combustibles neutrales en carbono.

De manera similar, el nuevo motor turbo de 2.0 litros logrará reducciones comparables en tamaño y peso en relación con los motores turbo de 2.4 litros existentes que se encuentran en modelos más grandes, como los SUV con asientos de tres filas.

“Para brindarles a nuestros clientes diversas opciones para lograr la neutralidad de carbono, es necesario asumir el desafío de desarrollar motores que estén en sintonía con el entorno energético del futuro”, afirmó Koji Sato, presidente, miembro de la junta directiva y director ejecutivo de Toyota Motor Corporation.

Sin embargo, Toyota no dio un cronograma sobre cuándo llegarán al mercado los modelos equipados con la nueva serie de motores.

Apostando por tecnologías alternativas
La medida se produce en un momento en que los principales mercados automovilísticos están adoptando normas de emisiones más estrictas. Según Reuters, la Unión Europea planea introducir nuevas normas bajo el paraguas de la “Euro 7” para automóviles y furgonetas en 2030. Se trata de un precursor de su plan de detener las ventas de nuevos automóviles que emitan dióxido de carbono a partir de 2035.

Como pionero en el campo de los vehículos híbridos, Toyota ha adoptado una actitud cautelosa en sus planes de descarbonizar sus vehículos en el futuro. La empresa planea mantener su sólida posición en la tecnología híbrida mientras desarrolla otras opciones, como modelos alimentados con biocombustibles e hidrógeno.

Según Reuters , la empresa vendió aproximadamente 2,4 millones de vehículos en el período enero-marzo, de los cuales casi el 40 por ciento fueron híbridos de gasolina y electricidad. Los híbridos enchufables, los vehículos de pila de combustible y los vehículos totalmente eléctricos representaron solo el 2,9 por ciento de las ventas totales.

En enero, el presidente Akio Toyoda declaró que los vehículos eléctricos capturarían, como máximo, el 30 por ciento del mercado automovilístico mundial, y que el porcentaje restante estaría compuesto por híbridos, vehículos con pilas de combustible de hidrógeno y vehículos tradicionales que queman combustible.

La demanda de híbridos también ha obligado al mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, BYD, a introducir la tecnología híbrida. La empresa acaba de presentar su novedoso sistema híbrido enchufable, que ofrece un consumo de combustible de 2,9 litros cada 100 kilómetros con las baterías agotadas.

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