No cabe duda de que los automóviles, junto al resto de los vehículos de combustión, son el principal medio de transporte de la actualidad, tanto para recorridos cortos dentro de una ciudad como para viajes de mediana o larga distancia por tierra. Sin embargo, es importante realizar reflexiones sobre cómo es que los automotores contribuyen a la contaminación del planeta y cómo es que esto nos afecta en el día a día.
Los automóviles, camiones y demás vehículos similares, cuyos motores se alimentan de combustibles fósiles, son considerados por los expertos como una de las principales fuentes de contaminación del aire, pues sus emisiones no solamente generan elevadas cantidades de dióxido de carbono, sino también óxidos de nitrógeno, otro de los gases asociados fuertemente al efecto invernadero y a los efectos nocivos sobre nuestra salud.
La contaminación que los automóviles pueden generar en la atmósfera se encuentra dividida en primaria y secundaria, siendo la primera aquella ocasionada directamente por las emisiones que salen directamente de nuestro vehículo, mientras que la segunda se da por las reacciones químicas que pueden tener estas emisiones con otros contaminantes que ya se encuentran en el ambiente.
Además, las sustancias contaminantes emitidas por los automotores no solamente contaminan el aire que nos rodea y aumentan el efecto invernadero, sino que pueden depositarse en el suelo y el agua, de tal manera que posteriormente podrán llegar a nuestra cadena alimenticia (a través de las plantas o animales que consumimos, o por medio de nuestros suministros de agua potable), constituyendo así una enorme problemática al afectar de manera más amplia y peligrosa el estado de salud de una gran cantidad de seres humanos.
A pesar de lo anterior, no cabe duda de que el órgano de nuestro cuerpo que más se ve afectado por los contaminantes emitidos por los automóviles son nuestros pulmones, junto con el resto de nuestro sistema respiratorio, pues se relaciona con el desarrollo de enfermedades crónicas y con la mayor predisposición a contraer enfermedades infecciosas del tracto respiratorio.
Definitivamente, a pesar de que no se espera que los automóviles y otros vehículos similares desaparezcan en el futuro cercano, sí que deberán adaptarse para aprovechar las nuevas tecnologías para reducir la contaminación que se genera actualmente en las grandes ciudades, permitiendo mejorar no sólo la calidad del aire de estas regiones, sino disminuyendo también el efecto invernadero relacionado a los automotores y sus efectos tanto directos como indirectos en la salud de una enorme cantidad de la población alrededor de todo el mundo.
Jorge Carlos Fernández Francés es editor, analista y experto en el sector automotriz. Su experiencia a lo largo de los años, le ha dado la oportunidad de colaborar en distintos medios de comunicación para difundir las últimas noticias sobre el maravilloso mundo del automovilismo.