El futuro de los coches autónomos pasa por que detecten el estado de ánimo del conductor, y ya hay una empresa que ha creado un software que detecta además la alegría, el cansancio y la fatiga. Con una cámara que detecta los colores de la cara de los conductores y un software que analiza la expresión de los ojos, la empresa americana Affectiva ha desarrollado un sistema que determina también el estado de ánimo de los conductores. El objetivo es evitar accidentes y promover la seguridad vial en los coches autónomos. En un futuro, los coches autónomos podrán cambiar de ruta si detectan un estado de ánimo adverso o cansancio en el conductor. El software de Affectiva, capaz de identificar estados como la alegría, cansancio o fatiga, podría funcionar de forma autónoma en los coches de próxima generación, detectando el estado de ánimo del conductor y adaptando la conducción en consecuencia. La empresa ha demostrado ya la eficacia de su sistema, que ha logrado detectar el estado de ánimo de más de 4.000 usuarios con una precisión del 96%. En el futuro, los coches autónomos podrán cambiar de ruta si detectan un estado de ánimo adverso o cansancio en el conductor Afectiva se fundó en 2008 con el objetivo de trabajar en el desarrollo de un sistema capaz de leer las emociones subyacentes del rostro humano a partir de la expresión de los ojos y los gestos faciales. La compañía ha creado una plataforma de software que permite a los desarrolladores usar sus capacidades para crear aplicaciones en distintos sectores. A través de una cámara, el sistema de Affectiva analiza la actividad muscular de la cara y los movimientos de los ojos, que son una forma de expresión de las emociones subyacentes. Por ejemplo, la actividad muscular de la comisura de los labios revela la emoción de la risa, mientras que las órbitas de un ojo y la piel alrededor de éstos generan una cara cansada. El software de Affectiva, capaz de identificar estados como la alegría, cansancio o fatiga, podría funcionar de forma autónoma en los coches de próxima generación, detectando el estado de ánimo del conductor y adaptando la conducción en consecuencia Esta empresa está convencida de que sus productos pueden ayudar a los desarrolladores a crear aplicaciones que reconozcan el estado de ánimo de los usuarios; no solo del conductor, sino también de otros usuarios cercanos. En un futuro, por ejemplo, los coches autónomos podrían adaptar su conducción en función del estado de ánimo del conductor. Por ejemplo, no frenarán bruscamente si detectan que el conductor está cansado, ni acelerarán demasiado si perciben la emoción de la ira en su rostro.